domingo, 5 de junio de 2016

Taller de Orquídeas como actividad complementaria para AACCII

¡Hola! Me llamo Diego Tomé, soy Psicólogo y entre otras cosas me dedico a trabajar con alumnado con Altas Capacidades Intelectuales. El pasado mes de Abril Paquillo y yo organizamos una excursión a la Ruta de las Escaruelas para el alumnado de mayor edad de ASA (13 años en adelante), la asociación donde colaboro. También se invitó a sus familias a venir.


Con esta actividad hemos abordado muchísimas cosas que me gustaría compartir con vosotros. La primera de todas, y una de las que más nos cuenta asimilar a los que nos dedicamos a la Educación, es colaborar con otros profesionales. En mi caso, acudí a Paquillo, en el que confío plenamente para todas las actividades que aúnen Ciencias, Educación y Creatividad. Reconocer las propias limitaciones como docente es un ejercicio de humildad fácilmente compensable si nos acercamos a otros compañeros que nos complementen.
Por otra parte, el objetivo más académico era contemplar orquídeas, una flor a la que estamos acostumbrados a ver en floristerías y otros entornos donde ha sido alterada de su forma silvestre. Observarlas en su medio natural es una experiencia que ni chicos ni sus familias habían disfrutado por lo general, aproximándonos así a competencias del currículum cercanas a las Ciencias de la Naturaleza.


Una excursión como esta, en pleno medio natural, con un desarrollo medianamente autónomo, y con la figura de un mentor experto en la materia, resulta ideal para el alumnado con Altas Capacidades Intelecuales, que puede aprender por experiencia propia, mediante el descubrimiento, contando con el asesoramiento y apoyo de un guía si le resulta necesario. Más aún si le sumamos un ambiente relajado, sin exigencias evaluativas y acompañado de iguales que compartan metas similares.

Los chicos que acudieron, aunque pertenecen a la misma asociación, cursan actividades en la que no coinciden todos. Esta fue una oportunidad para que se conocieran mejor, entablaran nuevas relaciones y amistad entre ellos. Al ser esta una actividad voluntaria, todos acudían con una motivación común, la cual fue una buena excusa para iniciar la comunicación entre ellos. Por supuesto, también sirvió para reforzar los vínculos entre los que ya se conocían.



Y por supuesto, la presencia de las familias supuso, por una parte, una forma alternativa para éstas de pasar tiempo de calidad con sus hijos, algo que muchas veces preocupa a padres y madres, más aún en estas edades de preadolescencia y adolescencia. Por otra parte, pudimos disfrutar de una más que divertida sesión de aprendizaje intergeneracional, puesto que las familias aportaron sus vivencias y conocimientos a los menores y éstos a ellas. Mientras, Paquillo y yo disfrutamos de estos intercambios, de la curiosidad y el aula con mayores posibilidades educativas: la naturaleza en estado puro.
El año que viene vamos a los Arconocales ¿es buena idea? ;)
¡Saludos!




No hay comentarios:

Publicar un comentario